Verdaderos benefactores de la humanidad considero al sello
Brilliant y a la editorial
Dover. Por cinco euros uno puede leer
La balada del viejo marinero mientras oye unos madrigales de
Gesualdo de Venosa, en el supuesto caso de que uno aguante semejante
mezcla.
Me pienso leer La balada del viejo marinero!!!
ResponderEliminar¿En silencio o con fondo musical?
ResponderEliminarmientras los ciervos berrean
ResponderEliminaryo, como general custer, también probaré la marinada del viejo ciervo que berrea al otro lado del silencio como una especie de fondo musical.
ResponderEliminarQué casualidad, hoy he leído: "Un día, sentado a su mesa con la cabeza entre las manos, se le vio levantarse y marchar".
ResponderEliminar¿Por qué le parece un a casualidad haber leído eso hoy?
ResponderEliminar(Nunca se sabe si un anónimo vuelve, no sé si me contestará.)
Está claro, especies, surge su reflexión al hilo de la charla. Algo que había vivido hoy le recordó.
ResponderEliminarAl parecer, quizá imagina al héroe de esta novela en una mesa, bebiendo solo. Y de pronto, con la cabeza entre las manos, ya sabe usted, se levanta y se va.
¿De la mesa en que está derrumbado Malcolm Lowry?
ResponderEliminar¡¿Qué?! ¡En el enlace donde había puesto un grabado de Doré aparece una especie de estampa rusa donde una niña besa a un reno! ¿Por eso habéis hablado de los ciervos? ¿Quién ha hecho esto?
ResponderEliminarLos misterios de internet son como los que no son de internet.