Pero mira Bárbara que se dice a veces: "Aprovecho la ocasión para agradecer..."; y rara vez: "Agradezco la ocasión para aprovechar...". Esto último quizá se piensa más, pero en silencio porque estaría feo irlo diciendo por ahí. Es como lo de "¡Es triste robar, pero más triste es pedir!", que es lo que quizá más bien pensamos todos secretamente. Besos.
Hola, Félix. Nunca se me había ocurrido ese change de agradecer la oportunidad de aprovechar, pero es verdad que lo hacemos muchos, y si no nos damos cuenta es porque la descripción de la acción tidavía no se ha instalado como lugar común.
Sí, Bárbara, y mejor que no se instale. ¡Malditos lugares comunes! Muchas veces, no nos dejan pensar de otras maneras... hasta que alguien se cabrea. Como lo de "merecido descanso", que parece que uno no pueda descansar sin mala conciencia a no ser que se haya jartao antes a currar. Yo también tengo ganas de verte. A ver si bajo por ahí unos días de éstos... de una puñetera vez. Besos. Félix.
¿Me presentas a los señores de aquí al lado?
ResponderEliminarY este epigrama ¿te lo ha inspirado alguno de nuestros preclaros prohombres de la patria?
¿Por lo del 12 de octubre? No, esta patria no da vigor humanista de esa clase, lamentablemente.
ResponderEliminarLos señores esos son Auden, Cecil Day Lewis y Stephen Spender, toda otra patria.
Que, además, they were never wrong about suffering.
ResponderEliminarEso es.
ResponderEliminarPero mira Bárbara que se dice a veces: "Aprovecho la ocasión para agradecer..."; y rara vez: "Agradezco la ocasión para aprovechar...". Esto último quizá se piensa más, pero en silencio porque estaría feo irlo diciendo por ahí. Es como lo de "¡Es triste robar, pero más triste es pedir!", que es lo que quizá más bien pensamos todos secretamente. Besos.
ResponderEliminarEres un hombre ¿de provecho?
ResponderEliminarSoy un hombre, contengo multitudes, y más que de provecho, una chica con cierta gracia.
ResponderEliminarHola, Félix. Nunca se me había ocurrido ese change de agradecer la oportunidad de aprovechar, pero es verdad que lo hacemos muchos, y si no nos damos cuenta es porque la descripción de la acción tidavía no se ha instalado como lugar común.
ResponderEliminarTengo ganas de verte, besos.
Me ha gustado...
ResponderEliminarSí, Bárbara, y mejor que no se instale. ¡Malditos lugares comunes! Muchas veces, no nos dejan pensar de otras maneras... hasta que alguien se cabrea. Como lo de "merecido descanso", que parece que uno no pueda descansar sin mala conciencia a no ser que se haya jartao antes a currar.
ResponderEliminarYo también tengo ganas de verte. A ver si bajo por ahí unos días de éstos... de una puñetera vez. Besos. Félix.
Estaba leyendo la entrada "Hermes" de la Mitología universal de Bergua y me he acordado de su post: "frente al provecho no hay entrañas".
ResponderEliminarEs decir, que si uno considera que va a ganar algo, no repara en los obstáculos morales que se interponen para conseguirlo...
ResponderEliminarAPROVECHO COMO ZORRO SOLITARIO.
ResponderEliminarAGRADEZCO Y COMPARTO CON LOS OTROS HOMBRES.