lunes, 15 de junio de 2009

Aniversario de Carmen Bravo-Villasante

Acabo de leer por ahí que la óptica de la familia de Carmen Bravo-Villasante, uno de los más antiguos nombres que recuerdo en la portada de un libro y que resuena en mis oídos como Rosebud en los de otro, está en la calle del Príncipe, a pocos pasos de mi casa. Pues en ella he de comprar las gafas que necesite para leer cuando sea vieja.

5 comentarios:

  1. Eso me gusta. En su dificil profesión uno tiene que ser solidario.

    ADA

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  2. Rosebud, rosebud. Cuando seas vieja ya no habrá gafas. Habrá computadoras ópticas.

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  3. Fedro hace horas extra16 de junio de 2009, 1:43

    ¿Y porque su padre era óptico escribió ella Galdós visto por sí mismo? ¡GUAU! (y en este caso, cuando digo "guau" quiero decir "miau"), qué gran título para una biografía.

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