sábado, 31 de octubre de 2009
El cuarteto de Alejandría en Google Analytics
Me decido a colgar este sencillo palíndromo que compuse ayer
Ah, el celosón nos ole, Clea.
que también podría ser
Ah, el celoso nos ole, Clea.
Mi intención era proponer a mis lectores un acertijo con este palindromín tan ligero. La pregunta iba a ser la siguiente: ¿Quién habla?
Y hete aquí que entre las palabras clave mediante las cuales llegaron ayer los amables lectores a mi blog, me encuentro (entre la habitual curiosidad sobre la cantidad de cabellos que tienen los humanos y las maneras de despiezar un animal cazado) la siguiente frase (que contiene algún error, pero da igual, mi palíndromo también)
"me pregunto quien inventó el corazón humano. dímele y muéstrame el lugar donde lo ahorcaron..."
, lo cual es una coincidencia maravillosa, porque la solución a mi acertijo era Justine, que es precisamente quien dice esa frase en la novela que se llama como ella.
La frase en inglés:
Who invented the human heart, I wonder? Tell me, and then show me the place where he was hanged.
Me parece muy emocionante que un desconocido adivine la respuesta a una pregunta que todavía no he hecho, y además conteste de manera mucho más evocadora de lo que yo esperaba. Estoy segura de que esta situación se podría comparar con algo. Con qué, es el nuevo acertijo.
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Al pulsar en tu enlace de LOS PUNSETES me ha salido un aviso de malware o virus o no sé qué y se me ha rebolicao el aparato. Lo aviso por si a más gente le pasa igual.
ResponderEliminarVaya, ahora lo quito. Muchas gracias por el aviso. ¿Pero se te ha estropeado el ordenador?
ResponderEliminarNo. Le pasé un análisis de Panda y todo parece OK.
ResponderEliminarEs que, como hace poco contactaron conmigo los de CASPA, se me ocurrió explorar algunos de tus blogs amigos y mira por dónde...
Mira despieces,
ResponderEliminarun palindromo surrealista, dedicado a ti entera, en este domingo un poco rarete de difuntos:
"Ama soledades la fama, ama falsedad el Osama"
Compuesto por un amigo mexicano, bastante tronadín.
Zurdo, menos mal que el mal no ha ido a mayores.
ResponderEliminarLa curiosidad tiene esas cosas, dicen.
Mi querido Anónimo:
ResponderEliminarhas de saber que agradezco mucho que me dediquen palíndromos, especialmente cuando como ese son un poco barrocos y advierten de los peligros del mundo.
comparar situación
ResponderEliminar=
parir cosmo-náutica
-----------------------------------
...comparar con "parco mar".
En tal lenta
situación, incauto, sí,
(quien se adentra en los dominios de la Parca).
=
quien descubre -u osa decir- lo indecible, es condenado a morir ahogado (según V 5). ¿Será por eso que nadie se atreve a decir con qué se puede comparar esta situación?
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarFedro, gracias por sus sugerencias. Yo creo que nadie quiere participar porque la redacción de las preguntas está un poco desidiosa.
ResponderEliminarPero veamos. ¿Quién parió la cosmonáutica? ¿Los rusos? ¿La madre Rusia?
En realidad yo pensaba como en compararlo con el amor, que habría quedado muy lustroso. El amor como la situación en que un desconocido adivina la respuesta a una pregunta que no se ha hecho, pero la verdad es que no me lo creía mucho y no soy tan desvergonzada como para cascar una frasecita así y quedarme tan pichi. Pero debe de haber alguna situaciòn entre humanos que responda al modelo de recibir de un desconocido la respuesta a una pregunta que no se ha hecho. Igual es la relación con un funcionario kafkiano, lo que estoy buscando...
No he leído a Durrell (sólo conozco a su hermano, el de los bichos, por algún documental de la 2) aunque sí recuerdo que EL CUARTETO DE ALEJANDRIA era uno de los fetiches literarios que mimbreaban el mundo de Tessa Duncan, a quien en breve evocaré en mis samples corazonescos para PDL.
ResponderEliminarDe Kafka me leí las OOCC (no la correspondencia) a fines de los 80 y me la releí una segunda vez en los 90 y me pareció absolutamente pesadillesco, como de bajón "bipolar" sin retorno. Al zenmeister Rafa C le producía (sic) dolor de vientre su lectura. A mí cólicos en el alma. Lo peor son las muchas veces que he vivido situaciones kafkianas, esto es, el sentirte agredido sin saber la razón ni en qué acabará la cosa. En cuanto me entero de por dónde va el palo y me siento capaz de reaccionar anímicamente, me recupero con bastante facilidad (según dicen, es un rasgo emocionalmente infantil esto de hundirse ante la incertidumbre y de recobrarse ante el ESTO ES LO QUE HAY por muy jodido que ello sea). Pero Kafka y expectativa amorosa son dos conceptos que, en mi mundo, jamás podría concebir como sinónimos o con alguna relación empática. Lo más que puedo digerir de Kafka como material que me conmueva y no sólo me produzca ganas de suicidarme es ese epígono relativo, el cineasta Todd Solondz, a quien ya he mentado en algun post de horas baixas.
Las horas baixas es una expresión graciosa...
ResponderEliminarPues yo al que no he leído es a Gerald, el de los bichos. Lawrence me gustaba mucho y todavía me gusta. Y también su plan de vida en Corfú. Cuenta Henry Miller en las cartas lo que hacen y explica "¡Vamos medio desnudos todo el día! ¡Nos tumbamos al sol1 ¡Comemos higos! ¡No escribimos nunca!" Es que con tanto sol debe de ser más fácil conformarse con eso que en una ciudad más septentrional como Praga.
Me ha sorprendido mucho eso del rasgo infantil, nunca hubiera creído que ese rasgo se considerase como tal. También me parece que los mayores lo aplican.
Ah, y no quería mezclar kafkiano y amoroso. Cuando he dicho "relación" con funcionario kafkiano me refería a la relación que se establece de lado a lado de la ventanilla...
Ah, vale, es que las palabras las carga el diablo, sobre todo ahora que parece existir una epidemia de dislexia tan galopante como la gripe A por la cual todos leemos agazapadamente, por los gazapos, digo (en el hilo dedicado a la señorita Bang tú trabucaste "hechuras" por "lecturas" -aunque, al menos, el error te resultó fuente de inspiración para un chascarrillo- y el director Alex De La Iglesia "gags" por "gays" -lo que, dado su perfil travestido de Angela Lansbury, me desconcertó al principio y, a mi vez, no cogía lo de "director de los gays tontorrones", título pleonásmico que no le encaja y que, además, no podría disputar ni a Almodólar ni a esta pareja que hizo un par de comedias que sólo veré atado y bien atado y con los párpados pegados con cello como en LA NARANJA MECANICA-).
ResponderEliminarYo suelo cometer gazapos pero más al escribir que al leer, de ahí que con cierta frecuencia tenga que repetir comentarios porque el que mandé primero no me satisface por alguna palabra con las letras vueltas del revés (dislexia brut sin filtro) o con una ortografía rebelde (esto último me saca de quicio y de gozne por deshonrar aquel cum laude en Ortografía allá por los ocho años que me dieron los Hermanos Maristas y del que me siento tan orgulloso como Al Bundy de sus cuatro touch downs en un solo partido o el psicópata Gil Renard de su estrellato infantil en el juego de pelota base).
Bueno, ya se sabe que se tiende a leer (y a comprender) por sobreentendidos. A veces nos damos cuenta y a veces no. La de cosas que se nos pasan sin que sepamos siuiera que se nos pasan...
ResponderEliminar"La madre Rusia parió la cosmonáutica" es toda una camiseta.
ResponderEliminarLa vida de Lawrence en Korfú se puede seguir en las cartas (supongo que son a las que te refieres) a Anaïs Nin, y desde el punto de vista de Gerald niño en los libros (al menos en la trilogía) de Korfú: incluso se ve un dibujo general de Miller en las referencias a los amigos extravagantes del hermano mayor que llenan la casa durante largas temporadas.
ResponderEliminarEspecies, vaya salto, Miller, Lowry (tengo pendiente mi homenaje en el blog aunque ya lo recordé el año pasado) y Lawrence Durrell (Cuarteto impresionante y Quinteto de Avignon que voy comprando a trozos -difícil en edición española- y leyendo más troceado aún).
Se me ocurre que una situación en la que un desconocido ofrece una respuesta a una pregunta aún no formulada es el modo como llegan a conocer la verdad sobre sí mismos, sobre su identidad y su procedencia los protagonistas de las tragedias griegas, como le ocurre a Edipo, que se entera de que es parricida e incestuoso sin haberlo preguntado.
ResponderEliminarOlvidaba, para los interesados en Kafka, tenemos un amigo que es todo un especialista, Álvaro de la Rica, su blog http://alvaro-hobbyhorse.blogspot.com/ y su recién editado libro "Kafka y el Holocausto" (prologado por C. Magris). Yo he de iniciarme, he le-ído muy muy poquito, de algún modo será de la mano de Álvaro. Inevitable.
ResponderEliminarEstaba echando un vistazo en el blog de Álvaro de la Rica -muchas gracias, paisajescritos- en busca de Kafka, y hete aquí que me quedo colgada con Dolly Parton. ¡Qué pareja, Dolly Parton y Kafka! Algo así como Marilyn y Einstein pero a lo bestia, ¿no?
ResponderEliminarEn cuanto a las cartas de Miller, sí, son las que le escribe a Anaïs Nin (o sea que el boli sí que lo cogía, el fantasmón de él, que alardea de que no escriben una palabra). El quinteto yo no lo he leído, ¿no está entero en español?
Fedro, sobre Edipo, eso le pasa por no preguntar.
ResponderEliminarEl Príncipe de las Tinieblas (el primero de los cinco) es fácil de encontrar. Sebastian lo encontré de casualidad en una feria del libro de ocasión, con una foto (en papel fotográfico y separada) del autor,, una edición de 1985 de la ed. VERSAL. Los tres restantes no los encuentro. Algún día saldrán a mi paso.
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