miércoles, 3 de febrero de 2010

No se puede veranear en la Comunidad Valenciana

Donde esté mi corazón, ahí estará mi domicilio.

7 comentarios:

  1. Según este dicho, un infarto equivaldría a un desahucio.

    Jo, qué bien, esta frase mía parece de House.

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  2. Y el padrón donde los intestinos.

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  3. y estará mi amor y mis amigos y mi familia y mi vida y mi muerte. Donde esté mi corazón...

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  4. ¡Ah, el corazón... Eso sí que es típicamente humano. Corazones de baja frecuencia, claro. Y con chapapote. Cuando mi jefe en la Escuela de Surf de Beria me dijo que yo era de allí, de aquel pedazo de Tierra a orillas del mar (y lo decía en un acto extremo de generosidad nativa) yo repliqué que siempre era del punto exacto donde estuviese. Mi conciencia tiende al mar, eso sí. Y mi Eleusis a la esposa, hasta que la cueva termine y uno salga a la luz.
    Cuando mi cuerpo se aproxime a la extinción, ¿dónde querrá estar? Si el Señor me lo permitiese, si este fuera un mundo como mi corazón, sobre cierta peña que da sombra a la higuera maldita de un monte que mira al norte. Y allá vería mi vida y cerraría los ojos

    Quizá mi jefe tuviese razón

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  5. También he visto que podría despedirme de este cuerpo sentado a la puerta de una casa en el campo mientras por ella entran y salen nietos y nietas corriendo y haciendo ruido. Yo visto de blanco porque el mundo ya no está del revés, y llevo cresta para que los niños me hagan preguntas y se rían.

    Mi lugar
    Mi corazón
    La isla

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