lunes, 23 de marzo de 2009

Poetas y ladrones

Creo que es en el libro sobre Maupassant donde Savinio dice que se reconoce a un verdadero poeta cuando al leerlo uno siente unas ganas irrefrenables de ponerse a trabajar. Mientras estaba el miércoles pasado en el concierto de Corcobado, se me ocurrió que también un verdadero poeta es el que te convence, mientras está durando la cascada de su verso, de que la más precisa imagen del mundo es la que él da. Esto puede aplicarse tanto a tíos tan desmesurados como Corcobado como a otros tan arrulladores como nosequién, y creo que nadie tiene problema en creer a la vez que el mundo es como Edward Lear y como Cioran, que por otro lado no veo que sean tan opuestos, claro que esta última observación me la podía haber ahorrado dado que los ejemplos me los he dado yo misma.

Un limerick de Edward Lear sobre un ladrón:





There was an Old Man of Bohemia,
Whose daughter was christened Euphemia,
Till one day, to his grief,
She married a thief,
Which grieved that Old Man of Bohemia.

(Había una vez un hombre de Bohemia que tenía una hija llamada Eufemia, hasta que un día, para su desazón, ella se casó con un ladrón, lo que apenó mucho a aquel bohemio.)

____




Ah, creer en cosas incompatibles entre sí,
he ahí...

***

¡Eh! ¡Ah! ¿Y?

Saber ya que Battiato es un sistema de citas no redujo en nada mi sorpresa al localizar, después del mencionado concierto, el siguiente fragmento en el cuento de Hemingway La luz del mundo (copio de la traducción de Damián Alou):

Una de las putas se rió fuerte. Era la puta más enorme que había visto en mi vida, y la mujer más enorme. Y llevaba puesto uno de esos vestidos de seda que cambian de color. Había otras dos putas que eran casi igual de grandes, pero la grande debía de pesar ciento sesenta kilos. Cuando la mirabas no te podías creer que fuera real. Las tres llevaban vestidos de seda de esos que cambian de color. Estaban sentadas en el banco la una junto a la otra. Eran enormes. Las otras dos no eran más que putas de aspecto normal, con el pelo rubio oxigenado

-Mírale las manos- dijo el hombre, y con la cabeza señaló al cocinero. La puta volvió a reír y se estremeció de pies a cabeza.

El cocinero se volvió hacia ella y le dijo rápidamente:

-Eres una asquerosa montaña de carne.

Ella siguió riéndose y estremeciéndose.

-Oh, Dios mío- dijo la puta. Tenía una bonita voz-. Oh, mi buen Dios.

Fragmento al que muchos, al leer, pondrán esta música






No he encontrado la versión en español, que dice

Era la puta más gorda
que nunca hubiese visto,
la mujer más gorda que hubiese mirado.
Tenía un vestido de seda con aguas
collar de cuentas, abanico de plumas,
manos delicadas.
Uno le dijo: "asquerosa montaña de grasa"
riendo meneó el cuerpo como diciendo sí,
¡Jesús!, claro que sí.


Y luego

Hacerlo contigo no debe ser cómodo,
eres gorda como tres...
en cambio no, en cambio me dicen
qué buen sitio que hay
más guapa que Marilyn
o que Evelyn, no me acuerdo ya.
Rió y movió la cabeza,
farfulló palabras, como diciendo sí.


Y en el estribillo de la canción basada en La luz del mundo canta Batti

¿Y véis cómo marcha el mundo?
¡Es así que marcha el mundo!


Pero no preocuparse:






¿No es estimulante detectar las citas ocultas, encontrar las carteras robadas; no es estimulante el deseo de ser carterista? Ah, las ganas de afanar billeteros...


11 comentarios:

  1. y uno de los placeres -placer, sí; pero, al mismo tiempo temor- más auténticos del verdadero pickpocket es el descubrimiento de que en realidad no es un ladrón, sino un cleptómano.

    no hay descubrimiento de una cita oculta en un texto comparable a las que hacemos en los propios. descubrir en un texto nuestro una cita que se ha colado sin que nos diéramos cuenta... eso sí que es gozoso e inquietante.

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  2. Bueno, pues qué inconscientes somos al escribir. ¿No seremos más bien dipsómanos, y no cleptómanos?

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  3. Por cierto, no era por eso por lo que he puesto tantas canciones de Battiato en este post, pero se da el caso de que hoy cumple 64 años y da un concierto en Catania.

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  4. Lo dijo Byron, más o menos porque cito de memoria: "I take it great affectation no to quote oneself".
    Que lo traduzca Especies porque no se me ocurre nada.

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  5. Me había saltado la preposición. Creo que es: "I take it for great affectation not to quote oneself". También es bastante redicho citar a otros en inglés, ¿no?sefact

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  6. Anónimo amigo:
    No había oído la frase de Lord Byron. Dice que tiene por gran síntoma de afectación el no citarse a uno mismo.

    O por gran afectación, sencillamente.

    Debe de tener razón.

    Lo que pasa es que Hugo se refería a la cita insconsciente, creo.

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  7. Como ya he visto a Battiato empreñar con su presencia este blog, aquí un link shadowliner sobre el interfecto:


    http://shadowline1.com/lineadesombra/
    battiato.htm

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  8. Muchas gracias, Zurdo, he leído con mucho interés los dos artículos. La letra está un poco chiquitina, eso sí. Me gustan porque en ellos la pasión no sirve para hacer mediocre e intercambiable la expresión sino para describir muy bien el objeto del artículo.

    Hombre, y me gustan sobre todo porque van de alguien que me gusta mucho.

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  9. En esas rimas de gordas no puedo por menos que evocar el duelo entre Buddy Love y el cómico del peinado rasta a propósito de las respectivas madres. Mi mementum favorito (junto con el duelo de cuescos en torno a la cena familiar) de esa película (la prefiero a la versión de Jerry Lewis, que cuando la revisé por Telemadrid a comienzos de los 90 - tras cinco lustros desde la última vez y una enfermiza identificación con JL entre los siete y nueve años por problemas de autoestima-, se me hizo muy llorona y grotesca -para maratones faciales, hoy por hoy, me quedo con Carrey, que además es mucho mejor actor que el envidioso y amargado partner de Dean Martin-).

    Hay un biopic (donde hace de Lewis el mariquita desatado de WILL Y GRACE) que debe de poner bastantes dedos en las llagas de aquella extraña pareja. Yo lo vi por LOCALIA. Te paso link del IMDB:

    http://www.imdb.com/title/tt0318908/

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  10. Ay, es que no he visto ni Will y Grace ni El profesor chiflado segunda versión.

    Ahora, no puedo dejar de reparar en lo de la identificación con Jerry Lewis (y por problemas de autoestima), porque intuyo en ello una especie de asunto arquetípico muy depurado, muy preciso, muy conmovedor.

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  11. Jerry Lewis, empezando por su autobiografía, sus hipócritas beneficencias (que contrastan con una catastrófica relación con sus hijos -a quienes, por cierto, nunca les hizo maldita la gracia-) y sus tediosos papeles "serios" (EL REY DE LA COMEDIA, una de las películas más flojas de Scorsese, a mi gusto), a medida que se le revisa resulta crecientemente grimoso.
    Por el contrario, Dean Martin fue un magnífico actor sacando fuerzas de sus flaquezas (sin necesidad de pasar por ningún "método"), como se demuestra en COMO UN TORRENTE, RIO BRAVO o EL POKER DE LA MUERTE, y, al parecer, tenía un sentido del humor altamente sofisticado, humorista y no payaso (a diferencia de su partner), que demostró en ocasiones en los desmadres cara al público del rat pack (réplicas lapidarias -muy british- frente a las burradas tiránicas de Sinatra y los babeos serviles de Lawford) así como en réplicas contra Lewis cuando éste intentaba fagocitarlo y Dino no se dejaba (según parece, hubo gags verbales de JL que éste copió directamente de Martin).
    En realidad, fue mi madre la que me obligó a identificarme con Lewis (me llevaba casi a rastras a cada nuevo estreno), cuando lo más cabal (dado el panorama familiar) era identificarme con Norman Bates (Perkins era otro de sus iconos, sobre todo en AIMEZ VOUS BRAHMS? y en ADORABLE IDIOTA): cuando me liberé de la mother trap, supongo que me liberé de esa impostada fijación con JL. Con Perkins me sigue molando sentirme próximo, aparte de por razones kármicas y por su sexualidad perversa y polimorfa, por esa espléndida percha (nunca mejor dicho) que siempre envidié/deseé.

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