1) ¿A qué viene esta precisión? Tendría interés especificar la estancia en la que estaban los cuadros si los hubiera tenido en el cuarto de baño o en el garaje. Y las mansiones, que son muy grandes, tienen muchos salones.
2) ¿Cómo se puede poseer nada en un salón, a no ser que estemos hablando de una mujer? O a no ser que "en un salón de su mansión" complemente al sujeto principal: "Un museo de Nueva York expone seis obras maestras... en un salón de la mansión del millonario que las poseía".
Lo del año no sé qué interés tiene.
Aparte de esas precisiones estúpidas o incongruentes que contiene el titular, hay otra todavía más demencial. El cuadro que usted reproduce es "San Francisco en el desierto", una obra maestra de Giovanni Bellini, que yo vi con estos ojitos, en una época en que estaba obsesionado con la pintura renacentista veneciana, en la Frick Collection de Nueva York, donde ha estado habitualmente expuesta, en una pequeña estancia, junto a otros cuadros también muy conocidos, como un retrato de Santo Tomás Moro pintado por Holbein. Además, por si no lo recordara, guardo en mi biblioteca el catálogo del Museo, que compré en aquella visita.
ResponderEliminarVeo en el catálogo que esa estancia se llama "The Living Hall". O sea, que mientras el edificio que hoy es museo fue mansión del Sr. Flick, esta sala fue su Living Hall. Pero el museo lleva abierto al público desde 1935, con una ampliación en 1977.
La noticia con la que usted enlaza dice así: "Durante solo dos semanas y mientras se hacen unas obras, esas seis obras maestras se colocarán en la sala oval, un lugar privilegiado del museo Frick, para que puedan ser vistas por el público más cómodamente, indicó la organización". Es decir, que simplemente han cambiado esos cuadros de sala, mientras hacen unas reformas en la sala en la que originariamente estaban expuestos. Y con esta insignificante mudanza montan una historia absurda de ricos y egoístas potentados que "poseen" sus cuadros desde 1915, sin dejar que el vulgo los disfrute. Toda la noticia es un completo disparate.
Redactorcillos con rencores que solventar y trastornos del comportamiento debido al chip de memoria histórica que les han cableado en el cerebro. Para curarlos, deberían obligarles a leer El resentimiento en la moral, de Max Scheler. O regalarles los cuadros y ver qué coños hacían con ellos!!! El señor Frick, ustedes lo sabrán, se hinchaba a comprar cuadros impresionistas cuando estos eran denostados por el público y la crítica. También yo visité su mansión neoyorquina hace años, en un viaje de placer cuyo objeto era, y por contradictorio que parezca es cierto, abrirme en canal para limpiarme las tripas! Y les juro que guardo un recuerdo especialmente bello de mis paseos por la casa del Sr. Flick, cuyo retrato tengo grabado en la retina y a quien me hubiera encantado tener en la familia. Ahora debo irme y créanme que lo hago con pena, me encantaría continuar hablando del Sr. Flick, pero mi esposa silba dando a entender que la cena está lista!!!
ResponderEliminarDesde la OPERACIÓN MALAYA hay que especificar si el cuadro está en el salón o en el retrete. La cosa tiene sus matices.
ResponderEliminarNo, la verdad es que yo no sabía nada de Mr. Frick, chicos.
ResponderEliminarE Iván, tienes razón, no hay que despachar la cosa de un simple vistazo.
El cadavérico forense de CSI NY, siempre tan macabramente jocoso, debería hacer la autopsia a estas pinturas por si había rastros seminales. FOLLACUADROS... parafilia brutalmente exquisita. Justo ahora estoy leyendo las memorias del swiftiano Gore Vidal y esta entrada le va al pelo.
ResponderEliminarOtra de las cosas que quería hacer con este blog era colgar las noticias llenas de anacolutos, pero tal y como están los periódicos la verdad es que no me daría tiempo, y reventaríamos los servidores, además.
ResponderEliminarAna Coluta, la mujer secreta de Enrique VIII, no aparece en los anales (jo, que párrafo más mórbido en cuanto a dobles sentidos) aunque debería: a ésta la decapitó porque no sólo no le dio hijos y le fue infiel sino que además... ¡era una reina dragón!
ResponderEliminarPero la reina dragón.., pero la saga de las reinas dragón, tratando de ocultarse todas anacolutas... nos solucionan el otoño-
ResponderEliminarEso, el otoño... o nada, haw, haw.
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