Como Edgar odiaba a su padrastro, y tener que llevar su apellido, esta semana que empieza en el doscientos aniversario de su nacimiento, en recuerdo a él, no pronunciaré las sílabas a-lan seguidas. Por ejemplo, no diré
Estas botas calan, aunque llueva. Ni
Aparca allá'lante, anda, aunque llevemos tres cuartos de hora dando vueltas sin encontrar un sitio libre. Ni
A la novia no la conozco, aunque yo vaya por la parte del novio de Swann. Ni
Como te oigan decir eso, te empalan, aunque callármelo suponga no advertir de un peligro a un amigo. Ni
Al ánade, aunque me pregunten a qué animal me gusta más comerle el hígado mientras me ofrecen uno de vaca, qué asco. Ni
No soporto a los que no desalan bien el bacalao, aunque después de comerme una croqueta tenga que beberme un litro y medio de agua.
Ni muchas otras cosas que tengo vetadas.
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Me alegra que te muestres g-alan-te con Edgar, dice mucho tu t-alan-te. También me alegro de que hayas hecho b-alan-ce y hayas reabierto los comentarios. Ya era hora, leche!
ResponderEliminarMe sumo a su homenaje. Yo también dire como usted
ResponderEliminar- Suevos, vándalos y otros......
Y
Celebramos poder volver al ruedo.
Bárbara, muchas gracias. Leo tu mensaje en voz baja para no pronunciar las sílabas prohibidas. Sí, tenía ganas de tener comentarios otra vez.
ResponderEliminarY gracias también a isted, anónimo. No sabré a quién dirigirme para ofrecerle el traguito de coñac que viene con el homenaje, así que sírvase Ud mismo.
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