A la primera encuesta que he colgado, que pretendía saber ¿Qué disposición consideras más fundamental para vivir?, habéis contestado seis lectores, o al menos desde seis ordenadores diferentes. Según Borges, la democracia es el abuso de la estadística. Si uno pretendiera abusar de esta estadística habría que considerarlo no un demócrata sino un déspota, porque seis son tan pocos (y es tan largo el olvido)... y más si es una sola persona contestando desde seis ordenadores diferentes, ¡el muy acaparador!
Las respuestas han sido
La paciencia: 3 votos
El valor: 1 voto
Unas moderadas anteojeras: 1 voto
El relajo: 1 voto
Ya que desde el punto de vista de la estadística el campo de investigación tira a nulo, nos quedaría la posibilidad de analizar los resultados a través de una óptica psicológica. Pero para eso tendríamos que saber quiénes han votado qué, y examinar sus preferencias a la confusa luz de sus personalidades. Concluimos pues que todo afán científico está aquí de más, y con esta certeza por delante nos lanzamos al análisis del estado de las cosas, avisados de que toda moraleja será pura pirueta del arbitrio.
La paciencia es una virtud que se aprende, dicen, y es característica de la juventud el ansia monotema. La frustración que va sintiendo luego uno también es monotema, a no ser que haya nacido ya resignado, temperamento que hace unos niños muy conmovedores. Habrá que ilustrar este parrafín con alguna reflexión extraída de la experiencia, o del refranero popular, como por ejemplo esa que dice que si uno espera lo suficiente verá pasar delante de su casa el cadáver de su enemigo. En cualquier caso, sea por la sensación ¿ilusoria? que proporciona el paso del tiempo o por nuestras naturales inconsistencia y tendencia a sacar conclusiones forzadas, no me dirá nadie que no le parece mérito propio la larga espera que ha desembocado en la consecución de los regalos que quizá la vida traería en cualquier caso. Y a la acumulación de unos días de yermo después de otros la llama uno dulcemente "mi larga espera", una vez tiene entre las manos lo conseguido. Esta respuesta que aboga por la calma la habéis elegido tres, a pesar de que estrés es tres tres.
El valor, del que me pega que diga Pérez-Reverte que no está de moda, lo definen otros académicos como la Cualidad del ánimo, que mueve a acometer resueltamente grandes empresas y a arrostrar los peligros. Es de notar que digan los peligros, y no peligros a secas, porque el artículo indica que siempre los hay (sin artículo pensaría uno en peligros solamente eventuales), y en ese desliz podemos ver al ser humano acojonado que hay también detrás de todo académico, por mucho frío rigor que se imponga en su tarea de describir los conceptos. Sin embargo parece que las grandes empresas no se le exigen a todos los seres humanos, pues vienen sin artículo. También es de notar la coma esa. Un voto.
Unas moderadas anteojeras no sé si son atributos del ánimo o sencillamente cómodos aparejos que uno ha tenido más remedio que fabricarse, o agenciarse por ahí si es más rápido que habilidoso. Pero es que todo lo simbólico fue útil y tuvo su justificación en su momento, de modo que se puede concluir que lo que nos define también nos saca de muchos aprietos. Un voto.
El relajo era la última de las posibilidades. Confieso que me refería, cuando lo puse, al relax, pero en mi ignorante prejuicio decir "relax" me parecía como decir "confort" o "parking" o, aunque no tenga nada que ver, "fue tan amable que me preguntó inclusive si quería quedarme a cenar". Pero resulta que el que se entrega al relajo se entrega en realidad al
1. m. Desorden, falta de seriedad, barullo.
2. m. Holganza, laxitud en el cumplimiento de las normas.
3. m. Degradación de las costumbres.
, que es toda otra actitud, y absolutamente chirriante con las nobles disposiciones que constituían las tres primeras opciones de la encuesta. Un voto.
No quiero sacar las conclusiones yo sola. Esto que sugiero finalmente no sé si es una disposición, pero para muchos sí que es fundamental para vivir.
Si en el cielo hay hurís y vino, como dice el mulá,
nuestro premio en lo alto será beber y amar.
Yo comienzo a gozar y vaciar copas en vida,
disponiendo mi alma al placer de allí arriba.
Oica la o Senhor Vinho - Amalia Rodrigues
La versión del rubayyat es de Ramón Vives Pastor.
lunes, 26 de enero de 2009
Resultados de la encuesta
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Torrelavega
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El ¨ansia monotrema¨ debe de ser el estrés es tres tres que les entra a los ornitorrincos en cautividad.
ResponderEliminarY, hablando de cautividad, ¿Torrelavega?
La paciencia no sé si es buena, pero que la impaciencia es malísima, seguro. Al menos, según Kafka (cito de memoria): Por la impaciencia perdimos el paraíso; por la impaciencia somos incapaces de recuperarlo.
ResponderEliminarPara la nueva encuesta, voto por "Songs of love and hate" o "Never mind the bollocks".
ResponderEliminar¡No valen, esos discos!
ResponderEliminar¿Por qué la impaciencia nos impide recuperar el paraíso?
Leyendo sus conclusiones yo también saco las mías.
ResponderEliminarLa disposición más fundamental para vivir es...
- Saborear las paciencias
- Deleitarse con el valor
- Relajarse con esa disposición que para algunos es fundamental para vivir
Y mientras pasar lentamente las páginas de
EL LIBRO DE ORO
gracias por el recuerdo
Ten salud
Buena pregunta. ¿Está Kafka por ahí?
ResponderEliminarKafka no sé si está o si se ha ido a nadar.
ResponderEliminarMientras nosotros cumplimos el plan que nos propone el anónimo, tan extravagante como nosotros mismos.
Kafka se ha ido al super porque se le estaba terminando esa disposición que para algunos es fundamental para vivir.
ResponderEliminarEn cuanto la recupere, recuperará la paciencia y con ella el paraiso.
¡A vuestra salud compañeros!
¡¿Qué?! ¡¿Kafka bebe oporto?!
ResponderEliminarKafka no sé cuál votaría pero yo voté la paciencia. Yo, que me pongo nerviosa en cualquier viaje que dure más de dos horas, que no puedo evitar acabar las frases de esa gente que habla con parsimonia... así es que puede que hayas acertado con lo del estrés.
ResponderEliminarO sea, Bárbara, tu pesadilla sería un viaje en tren regional Murcia-Pontevedra con un compañero de viaje dubitativo y pesadísimo (que no te dejara leer "El castillo" con su lenta cháchara).
ResponderEliminarLo más fundamental es no tener que escuchar nunca a Bob Dylan, y menos aún a los admiradores de Bob Dylan.
ResponderEliminar¡Halaaa! ¡No se atrabilie usted!
ResponderEliminarHola Especies:Feliz año 4707.
ResponderEliminarYo estoy con don Jorge:
"Hay que vivir, vivir diariamente
como si se olvidase y recordando
atento, distraído, sin profetas"
Que es como decir con paciencia para soportar el valor de los ignorantes, un poco con anteojeras de quita y pon y relajadamente atento y
“olvida que ayer debías ser recompensado y no lo fuiste”
que dijo el persa
Yo, que fui un niño resignado pero nada conmovedor, prefiero ver pasar vivos a mis amigos que nunca sabrán que lo fueron, que los cadáveres de mis enemigos a los que pongo puente de rata.
Gracias por el regalo, aunque virtual del jugo “engarrafado” de touriga, que es para mi más que una disposición, una apasionada inclinación y por el Senhor Vinho de la "reina". !emocionante de verdad!
Querido Anthisio atento y distraído:
ResponderEliminarMuchas gracias por felicitarme el año nuevo. Precisamente en Macao lo celebrábamos con bien de Oporto (que servíamos en una copita de esas en las que se ve a una chica desnuda cuando hay líquido, lo que pasa es que como bebíamos Oporto Ruby nunca era posible ver a la chica), chop suey y bolos rançosos a voluntad.
Mucho mejor ver pasar a los amigos inconscientes de serlo.
Hasta luego.