Me informa Susana del eslógan que han puesto en un cartel a la puerta los de un estrambótico bar del Barrio de las Letrinas, donde tenemos nuestras guaridas. Este bar está en manos de un chalao que obliga a los atribulados camareros a pasar bandejas rebosantes de frutas de Aragón para agasajar a los clientes que a las siete y media de la mañana han entrado a desayunar atraídos por el cartel luminoso que anticipa los exquisitos platos que esperan ahí dentro la garganta de nieve que sabe deglutirlos. El nuevo cartel dice
Pase y le trataremos como se merece
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Desde luego, suena amenazador.
ResponderEliminarNo sé si es pesimismo o mera convención pero el verbo "merecer" me hace pensar de forma inmediata en algo malo y doloroso.
Cada uno sabrá. Pero yo tengo la tentación de pasar, para averiguar qué es lo que nos merecemos, porque si esos camareros nos lo explican, nos solucionarán algo más que el desayuno.
ResponderEliminarPor cierto, ¿dices que suena amenazador el cartel o lo de las frutas de Aragón?
Creo que se trata de que pasas al fondo del pasillo sin miedo y luego van, te trituran en la maquina de los churros y te sirven envuelto en celofán colorido...como minúsculos trocitos de frutas aragonesas...
ResponderEliminarO sea, anónimo, que en las callejas del centro de Madrid se está haciendo ya Soylent Green.
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