lunes, 27 de octubre de 2008

Desposaré a Covadonga

La editorial Pre-Textos ha publicado hace poco De tu tierra, de Pavese, que hace un mes y medio habría cumplido cien años. De tu tierra ya lo habían publicado Bruguera traducido por Esther Benítez y Alianza por Sánchez-Gijón; lo que no era tan fácil de encontrar eran los ensayos sobre literatura norteamericana, aunque por lo que veo en el catálogo de la Biblioteca Nacional, Ediciones B los publicó en el 87. En cualquier caso, acaba de salir una edición de Lumen, que anuncia en su página la recuperación de la obra de Pavese aprovechando el centenario de su nacimiento (de usted), que como se ve por la abundancia editorial es una recuperación generalizada.



Mientras voy leyendo los artículos no se me ocurre una lectura mejor, apenas un plan mejor, porque Pavese entendió muy profundamente la naturaleza de la literatura americana y sus diferencias con la europea, y las explica con un tono con el que yo quisiera explicar ahora lo buenos que son sus artículos. Empieza con la literatura del Medio Oeste,


y la compara a la del Piamonte, en lo que de provinciano y de rebelión contra el refrendado hermano mayor tienen las dos, sólo que mientras los piamonteses a los que se refiere Pavese sólo son capaces de hacer visible la pequeñez de su mundo -por mucho que sea el suyo- y, a la postre, su cazurrismo, los escritores americanos de los que habla trascienden el terruñamen y pueden ser entendidos en otros pueblos, a cualquier hora, cosa que, por otro lado, se espera de todo libro, y esta es una idea tan común y evidente que por muy bruto que sea, el que habla de literatura la calzará más tarde o más temprano en su discurso.

Como por lo visto nosotros estamos inmersos en un cambio de época, resulta interesante más allá de lo meramente literario (pero ¿qué será "lo meramente literario"? Qué asco, pero lo dejo) la descripción que se hace del americano desconcertado por su situación en el mundo, que no es el de la Europa asentada llena de villas de Palladio, de niños trabajando en las fábricas de Manchester y de pintores sifilíticos sufragados por americanas ricas. Ese hombre desconcertado es el tema.

Y ahora De tu tierra. El título original es Paesi tuoi, y está sacado de un refrán italiano que dice "Moglie e buoi dei paesi tuoi", que quiere decir "El caballo y la mujer de tu tierra han de ser", como copio de la nota con que comienza su traducción Esther Benítez, que avisa de que fue Ángel Sánchez-Gijón quien eligió el título en castellano. Hay otro refrán, yo lo vi una vez en una pegatina en un coche, que dice

La muller y la manzana tién que ser asturiana

, lo cual ya es el colmo del terruñismo, porque la versión italiana al menos sirve para aplicarla a cualquier lugar del mundo, y en el caso asturiano tu tierra será siempre una en concreto.


¿Será Asturias al Piamonte lo que el Piamonte es al Medio Oeste?

7 comentarios:

  1. Muchas gracias.

    Así luchamos contra la crisis.

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  2. Esto no va de Pavese, pero si de recuperaciones.

    Me encanta lo de "recuperación" pero parece que las editoriales (según su punto de vista) se pasan el día "recuperando".
    Pero lo que de verdad habría que "recuperar", por ejemplo, es el catálogo de la colección Reno: sus títulos se publican ahora con títulos renovados y así parece que lo se publica ahora nunca se publico con anterioridad en castellano.
    Por lo demás, claro que si: "viva mi pueblo"

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  3. Reno... creo que sé cuál es. La asocio con casas de veraneo. Había libros de Somerset Maugham, títulos tipo "Operación Paprika", Françoise Sagan, un poco todo mezclado, ¿no? Para mí huelen a humedad y tienen lepismas (o pececillos de plata, para el que prefiera llamarlos así).

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  4. ¡Hola a todos!
    Siento muchísimo no poder entretenerme con vosotros en esta animada conversación, pero necesito ir corriendo a la esquina y comprar la obra de Pavese.

    Ada

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  5. Todos los comentaristas de hoy tienen un palíndromo por nombre.

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  6. Es verdad. Tantos renos de "L" de fines de semana.Claro, luego en su soledad acogían a los pececillos de plata.
    Aunque personalmente prefiero los libros sin acompañantes y los pececillos me gustan de la familia de las lubinas, doradas o similares.
    Salud.

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