lunes, 16 de noviembre de 2009

Who am I to condemn you, O Dives,
I who am as much embittered
With poverty
As you are with useless riches?

(Ezra Pound)




Ojalá me asalte a mí también esta pregunta cada vez que esté a punto de juzgar a otro, ojalá sea capaz también de reconocer lo mismo bajo apariencias encontradas.

("¿Quién soy yo para condenarte, oh, hombre rico, yo, que estoy tan emponzoñado por la pobreza como tú lo estás por tus riquezas que no van a ningún sitio?")

12 comentarios:

  1. "Dives" era también otra cosa, u otro hombre, que ahora no recuerdo. En fin.

    Susan Lennox, por cierto.

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  2. Ella era.

    Es que en las traducciones españolas el rico no tiene nombre, eso despista un poco.

    Luego, claro, dives en latín es la riqueza, de ahí los dividendos que arroja la banca cuando se juega al monopoly o palé.

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  3. ¡oiga! y no olvide los dividendos del julepe en las noches de invierno. Levantan pasiones.

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  4. Hablando de julepes, enlazo la receta del mint julep de Manuel Rodríguez Rivero, que nunca viene mal.

    Mint julep.

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  5. Fedro hace horas extra16 de noviembre de 2009, 22:44

    ¿Cómo se dice "nadar en la abundancia" en inglés?
    Dive.
    Aquí, de festival del humor.

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  6. Fedro hace horas extra16 de noviembre de 2009, 22:55

    Tarde caigo en que éste era mejor:
    "(ella) nada en la abundancia"
    =
    (she) dives

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  7. De niño la parábola la aprendí como la del rico Epulón y el pobre Lázaro. Pero no recuerdo dónde aparecía con ese nombre.

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  8. Esos versos de Pound tienen algo (en su reflexión tirando a nihilista) de los entrecortados exabruptos de mi tocayo Celine, el Baroja francés, otro escritor ajeno al Cielo de la corrección política. Justo ahora, en plena relectura de VIAJE AL FIN DE LA NOCHE (empecé el repaso con MUERTE A CREDITO, otro pedazo de obra), pues lo tengo a huevo.

    Y, claro, hablando de ricos y de pobres, y ahora que andamos en plena crisis y con la euforia hayekiana un poco a la baja, vuelven a tener vigencia aquellos otros versos poundianos que tan mal sentaron a algunos y que, en buena medida, le ganaron el pasaporte al manicomio (un lugar que pusieron de moda las democracias occidentales con el amigo Ezra y que, con la desestalinización, copiarían los soviéticos para deshacerse de sus intelectuales más puñeteros -pero, recuérdese, la moda la empezaron los americanos con Pound-).

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  9. Hugo, en la wiki en italiano se llama Eppulone, y luego he visto que Epulón, en español, anda por aquí y por allá con soltura. Bueno, Epulón, Opulén, y así enlazamos con las clases de inglés intuitivo de Fedro.

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  10. La moda de encerrar a la gente en los frenopáticos me temo que es muy antigua...

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  11. Ya, que me lo digan a mí por parte de madre. Pero, generalmente, era, si no había razones de peso clínico, por pleitos familiares (para pillar a más en alguna herencia) o por razones de honor cuando alguna joven salía un poco garbanza (negra -o sea, heterodoxa en su actuar-). Lo que en otras épocas cumplía el encierro conventual.

    Pero lo de psiquiatrizar a gente por razones de opinión, insisto, es muy usaco: ahí también aquella actriz tirando a rojeras que encarnó Jessica Lange, Frances Farmer .

    De cualquier modo, doctores tiene el tema, empezando por Foucault y sus estudios sobre la creciente manía del establishment, a medida que se moderniza, "humanistiza" e ilustra, de psiquiatrizar a quienes antes quemaba en la hoguera, enviaba a galeras o concentraba en húmedas mazmorras.

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  12. Sí, es verdad lo de la sofisticación.

    Frances, en un homenaje de mis tiempos.

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