miércoles, 18 de noviembre de 2009

Paul Bowles en el décimo aniversario de su muerte



Un recuerdo a Paul Bowles, en el décimo aniversario de su muerte. El año que viene habrán pasado cien años de su nacimiento. Cien, decíamos cuando queríamos decir mucho.

***
Actualizo añadiendo el palíndromo laudatorio y recomendatorio que mi comentarista "hasta el acento" ha tenido a bien dedicarle al recordado Bowles:

Ole él, léelo.

Como indica el nombre de su inventor, hasta el acento se respeta en este palíndromo.

23 comentarios:

  1. Ancho=370, Alto=309, que se te cortan los empotraos.

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  2. Hola, Pablo. ¿No me reconoces por la mano? Como debo ocultar mi identidad con denuedo, te lo diré por teléfono.

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  3. Pero, J, ya sé a qué te refieres. Lo que no sé es qué son los empotraos. En mi pantalla se ve chachi, en la pantalla de marfil de mi torre de marfil se ve chachi.

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  4. "en la pantalla de marfil de mi torre de marfil se ve chachi"

    eso también es bonito

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  5. hasta el acento, qué buen palíndromo con acento y todo, sí, sí, bastante más respetuoso con las leyes palindrómicas de lo que yo suelo ser.

    Así que a cumplir tu recomendación.

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  6. Sí, Zurdo, pero estoy pensando que más que una pantalla parecería un bajorrelieve.

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  7. Ah, perdón, señorita Narro: inventora. Es que había usado "inventor" para referirme a la profesión, más que a un hombre que fuese inventor.

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  8. Bien, tengo pendiente recordarle en mi bloc virtual, pero me fallan las fotografías, nunca he pisado Tánger... bueno, nada de África. A tí debe serte mucho más cercano. Una curiosidad ¿conoces la peli de Cronenberg "El almuerzo desnudo" sobre un texto de Burroughs? Salen un Tánger (se intuye) y una pareja que vagamente me recordaban a Bowles y señora. La ciudad del sueño tangerine, la de Haro Ibars también, ¿la de Sebastian de Retorno a Brideshead (podría serlo)? Tánger para mí mantiene su capacidad de evocación. Las memorias del nómada que era Bowles me hacen creer que yo he estado allí.

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  9. Al leer el mensaje de Magdalena, me ha salido un haiku supersintético, cual cubito de caldo de ave (de dodo, tal vez):

    mónada nómada


    (¿cómo se llama esta figura de jugar con dos palabras casi idénticas sólo variando el orden de alguna letra?)

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  10. Señorita paisajes, no he visto la peli y tampoco he leído el libro. Burroughs me interesa pero me agota un poco, y con el torre tangerino uno se dedica más a los sueños que a la lectura, si esta exige demasiada atención.

    Entiendo muy bien la sensación de creer que se ha estado allí. A veces mejor no ir a esos sitios.

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  11. Mi abuelo Joaquín, como ya conté en su momento, sí vivió un tiempo en la Tánger de los 40/50 y se lo debió de pasar bien desde su prisma truhanesco mañariano.

    Yo he leído el libro y he visto la peli de EL ALMUERZO y, claro, supongo, que, para cada quisque, habrá su Tánger particular. El de Eduardo Haro Ibars en sus memorias disfrazadas EL POLVO AZUL tiene su punto burroughsiano, pero nunca he sabido, al margen de comunes apetitos, si de veras lo vivió así o se sentía transportado por la mímesis con WB (una impronta crucial en su escritura).

    Las latitudes morunas donde acaba Sebastian con su novio teutón me parece que eran tunecinas pero ahora no sé si lo estoy confundiendo con cierta anécdota biográfica de Visconti jovencito (siempre en mi mente se solapan las dos secuencias).

    Yo no creo que disfrutase por esos pagos. El calor me va poco, salvo que haya jungla y un Kurtz por medio al que buscar. Leí EL CIELO PROTECTOR en una edición de Bruguera CLUB y me dejó mal sabor de boca (no tanto como Kafka, pero bastante bajón) y, en cuanto a la película (pese al tándem supremo Malkovich/Winger -amo a esta actriz , parece rezumar ternura por cada poro-), no pude pasar de la primera media hora, saturado de sordidez.

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  12. A propósito de Tánger, me he topado navegando por el Google con este poema de César González Ruano, que no sé si tiene que ver pero que me ha traído a la memoria (a estas horas de la madrugada en que uno siempre delira un poco más de lo acostumbrado) cierta secuencia de la película de Bertolucci:

    NOCHE MARRUECA

    "No te contesto porque no sé si he regresado." (Carta del Marqués de Cagigal)




    Fue o no fue
    y eso no se sabrá nunca.


    Pasó o se quiso que pasara
    y eso no se sabrá nunca.


    Lo oían
    lo miraban
    lo acompañaban guitarras de otro sitio
    aguas sin dueño lo querían llevar Dios sabe adónde
    los vientos de su sitio lo arrancaban.


    Eso no se sabrá nunca.


    Como yo me iba hiriendo al respirar y no sangraba
    como todo era sorpresa de muerte y de deseo
    como toda tiniebla así brillaba
    eso no se podrá saber.


    Cómo el mar estaba tan tranquilo
    haciendo que no sabía nada
    cómo iba blanqueando alguien las cosas negras
    cómo aquella Luna sabía que era Luna de África
    no se sabrá nunca.


    Que amanecí sin darme cuenta
    que crucé la calle sin pisarla
    que cerré la puerta sin abrirla
    eso no se sabrá.


    Ni que estaban cinco muertos pidiendo limosna
    tocando castañuelas de oro en la escalinata
    ni que eran las cuatro sin que fuera la luna
    no
    eso no se podrá saber.


    Cómo consentían que a esa hora sonase el gramófono
    de donde traían resucitada
    muerta de amor aquella sombra
    a aquel alma desnuda que aún gritaba mi nombre
    eso no se sabrá.


    Por mucho que lo hablen
    eso no se podrá saber.


    Por mucho que lo sepan.

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  13. Nunca pidas perdón por tu laconismo, que también es bonito.

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  14. Mónada nómada: qué más da no, nada más.
    Especies, con Burroughs me pasa como a tí, me interesa pero se me hace cuesta arriba coger un libro suyo.
    En cuanto a "El cielo protector", Bowles quedó decepcionado (casi cabreado) con la película de Bertolucci, aunque los autores eran, como bien dices, Fernando, de lujo. Supongo que si eres de la Winger (yo soy muy de Malkovich) te encantaría "Tierras de penumbra" sobre la vida de C.S. Lewis, el de las Crónicas de Narnia.

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  15. La peli tiene unos tics un poco "europeos", pero a mí me gustan mucho todos los actores que salen.

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  16. No la he visto (debió de ser por mi fobia a Richard Attenborough, responsable de algunos de los más plúmbeos tostones "de buena conciencia" que ha dado el 7º Arte -aunque, ahora que lo pienso, hizo una interesante, MAGICK, con Anthony Hopkins, sobre el viejo tema del ventrílocuo abducido por su muñeco, y debería haberlo tenido en cuenta con TIERRAS DE PENUMBRA: cuando la repongan, me la veré, lo prometo-).

    De Winger tengo especial recuerdo por esa deliciosa comedia con que se despidió del cine durante más de un lustro, OLVIDATE DE PARIS (historia de sonrisas y lágrimas -con algo en su argumento del clásico DOS EN LA CARRETERA- que dirigió con un estupendo pulso el actor Billy Cristal y que me resulta tan entrañable como SLEEPLESS IN SEATTLE o como TIENES UN EMAIL, esas dos joyas del género, y donde Crystal y Winger no desmerecen en nada al tándem tragicómico de los 90 Hanks/Ryan), por OFICIAL Y CABALLERO, por CANNERY ROW (aquella mágica historia de Steinbeck que bordó junto al siempre estimulante Nick Nolte) y por EL SENDERO DE LA TRAICION (ese su rol tan hitchcockiano). Hay otro título interesante, EL CASO DE LA VIUDA NEGRA, pero me da coraje su papel de patito feo (porque me dan coraje esas pelis donde me gusta mucho más la actriz destinada a ser abandonada -Jeanne Tripplehorn en INSTINTO BASICO, Annie Potts en CHINA BLUE- que la presunta maciza comehombres -ni Sharon Stone en la primera ni Kathleen Turner en la segunda me parecen más atrayentes en absoluto y, por tanto, la película me acaba pareciendo formalmente una idiotez: además, en el caso de CHINA BLUE mi auténtico sex-symbol era el predicador turulato encarnado por Anthony Perkins-).

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